No hay nada más bonito que poder sentir emociones, alegrías….La vida, esa trayectoria diaria, que hay veces que nos trata mejor y otras peor, que nos regala momentos inolvidables. Pero el día a día es lo que nos hace estar aquí. No hay que pretender poder cambiar las cosas para que seamos más felices y tener menos preocupaciones, qué hacer para mejorar, y a quién ayudar y cómo para que todos los nuestros estén bien…. la vida te viene como te viene, y hay que aprovechar los mejores momentos al segundo, porque no sabes cuándo se pueden volver a repetir…Pero sí que se puede ayudar a sobrellevarlo mejor. Hay que dar amor y recibirlo, demostrarlo cada segundo y proponerte ser feliz cada día y ayudar a serlo…. porque la vida no se mide por las veces que respiras sino por aquellos momentos que te dejan sin aliento, se quedan grabados en el alma y la mente y al acordarnos de ellos nos alargan la felicidad que nos produce esos recuerdos. Hay que vivir esas experiencias buenas a menudo para que no sean recuerdos, sino vivencias diarias.
Los malos momentos, la vida te los brinda solos, la mayoría son injustos, y sin entender que mal has podido hacer para que te haya tocado a ti…. Pero hay que seguir… seguir viviendo y si te pueden tender la mano a lo que se necesite, y ayudarte a sacarte una sonrisa o darte un abrazo o una palabra de aliento….. te ayudará y te dará fuerzas para seguir un día y otro hasta pasar la mala racha.
Así es la vida de contradictoria. Siempre habrá personas que aun teniéndolo todo y que la vida las trata bien, siguen encontrando quejas y faltas… faltas que pasan a un segundo plano cuando se ve que también existen otras tantas personas que la vida no las trata tan bien… pero que sin embargo se levantan cada día luchando, sin tiempo para quejas porque lo único que quieren es pasar rápido los días para llegar a esa buena etapa.
Hoy, con este texto, pretendo que esas personas a las que la vida les está pasando una mala pasada, puedan ver un rayito de luz, y busquen ese abrazo, esa sonrisa que le trasmita paz, esperanza, alegría.
Cada día es un regalo, cada rayo de sol por la mañana es un motivo de alegría… Por eso, hay que aprovechar los días, cada día es una nueva oportunidad, para dar un abrazo o un beso, mostrar una sonrisa o una caricia. Quizás al que se lo brindes necesite recibirlo y no sepa como pedirlo.