El IES Colonial de Fuente Palmera es uno de los 78 centros educativos cordobeses que va a participar en este novedoso proyecto dirigido a centros sostenidos con fondos públicos de Educación Infantil, Primaria, Secundaria Obligatoria y Bachillerato, el cual pretende acercar al profesorado y al alumnado al estudio de la robótica, la impresión 3D y el pensamiento computacional.
El Proyecto Steam, que a nivel regional ha recibido 916 solicitudes, está integrado en la Estrategia de Transformación Digital en los centros educativos andaluces puesta en marcha por la Consejería de Educación y Deporte, con el objetivo de avanzar hacia un modelo de enseñanza que dé respuestas a los retos de la educación del siglo XXI.
Los 78 centros cordobeses seleccionados, 47 de Educación Secundaria y Bachillerato y 31 de Educación Primaria, recibirán dotación y formación tutorizada desde enero del 2022 hasta junio del mismo año.
En concreto, el programa está organizado en tres fases: la primera es de formación del profesorado. Así la Consejería seleccionará a lo largo del mes de noviembre a 20 instructores de robótica, especialistas en esta materia, encargados de las actividades formativas asociadas a este proyecto STEAM, que recibirán previsiblemente a comienzos del año 2022 formación.
Estos instructores formarán a su vez a los 793 coordinadores STEAM de cada uno de los centros andaluces participantes; en una segunda fase se desarrollarán actividades específicas en el aula con recursos que facilita la Consejería, entre los que se encuentran kits de robótica, impresoras 3D y dispositivos electrónicos. La última fase corresponderá a la documentación y difusión del trabajo que se ha llevado a cabo y que formará parte importante del proyecto pedagógico del centro educativo.
La Metodología STEAM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas) es un modelo de aprendizaje basado en la enseñanza de estas disciplinas de manera integrada en lugar de áreas de conocimiento separadas, con un enfoque interdisciplinar y aplicado.
Algunos de los beneficios pedagógicos que se le asocian son la promoción de una cultura de pensamiento científico para la toma de decisiones del alumnado; la adquisición de conocimientos tecnológicos y científicos aplicables a cualquier posible situación que pueda aparecer en el futuro, desde una perspectiva integrada; mayor conciencia de las relaciones entre las diferentes áreas del saber, asegurando un mayor grado de participación activa en los proyectos resultantes; y gracias al factor creativo, desarrolla también la innovación y el pensamiento lateral.