Productos de primera necesidad como legumbres, leche, aceite, pasta, etc., conforman el conjunto de alimentos donados por la Asociación San Isidro Labrador y su Coral de Mayores, por un valor de 500 euros, de los cuales ya han sido repartidos una buena parte hoy mismo entre numerosas familias que, como cada lunes, se acercan a la sede de Cáritas. Una demanda que se ha incrementado en las dos últimas semanas, como nos han confirmado miembros de la organización, ya que si bien atendían a unas ocho o diez familias cada lunes, ahora esa cifra se ha doblado. 
Esta circunstancia había provocado que el stock de alimentos se redujera ostensiblemente, por lo que la donación de los mayores de San Isidro Labrador ha venido de perlas, como se suele decir. Además, no va a ser la primera y última, púes su presidente Jesús Pilo nos ha adelantado que para finales de junio o principio de julio harán otra igual o incluso superior. «Nosotros nos pusimos en contacto con Cáritas para ver que productos necesitaban y luego procedimos a la compra de los mismos», explica.
Acciones como la de hoy se enmarcan en la línea de solidaridad y ayuda a otros colectivos que ya emprendió hace varios años la asociación. Recordamos por ejemplo, sus donaciones a la Asociación de Alzheimer. También hace algunas semanas hicieron una donación al Ayuntamiento de más de 500 euros para la desinfección de calles.
«Mientras la asociación siga igual y continuemos la misma directiva, vamos a seguir con este tipo de colaboraciones», señala Pilo.
Mayores y confinamiento
Como el resto de asociaciones, las actividades de los mayores de San Isidro Labrador se han suspendido en todos los ámbitos. Además, el presidente ve difícil que este año se pueda retomar alguna porque «si existe algún rebrote del Covid 19 en otoño, no creo que podamos hacer nada; no obstante, según vaya el Gobierno dando instrucciones al respecto, nos intentaremos adaptar para hacer alguna actividad».
Sobre el tema del confinamiento, Jesús Pilo nos cuenta que en general los socios y socias lo están llevando bien, «ya que en un grupo de whatsapp que tenemos con 200 socios nos ponemos mensajes para entretenernos y nos contamos cómo empleamos el tiempo; la mayoría hemos aprovechado para hacer limpieza profunda y reformas en nuestras viviendas; en este sentido, aquí en los pueblos creo que la gente mayor lo llevamos bastante bien, vivimos en casas bajas… otra cosa diferente es en las ciudades donde muchos viven en pisos muy pequeños y plantas altas, eso debe de ser duro».
