Fede Ott vivió en Alemania hasta los quince años, momento en el que se vino con su familia a la zona del Levante español. Cuatro años después volvió a su país de origen para hacer la carrera de Traducción e Interpretación, regresando posteriormente para quedarse en España de forma definitiva. Actualmente trabaja de traductora y de profesora de alemán. Hace algunos años, estando de vacaciones por Andalucía, tropezó con el fenómeno colono y con su propio apellido, descubriendo que es muy poco común en Alemania y que, sin embargo, había perdurado en las Nuevas Poblaciones. 
De esta forma, comenzó una línea investigadora apasionante, porque además Fede Ott se siente aquí «como en casa, el paisaje es como donde vivía mi abuela, y la gente es muy abierta; cada vez estoy más enganchada a esta parte de Andalucía y a descubrir a cada uno de esos colonos que vinieron, de dónde son, qué les llevó a emprender ese viaje tan difícil, etc.». Ott reconoce que le encanta Fuente Palmera y va mucho a La Carlota, donde realiza actividades con la Asociación del Ecomuseo.
Respecto a la conferencia, la cual registró una buena afluencia de vecin@s llenando casi al completo el salón de actos de la Casa de la Memoria, Fede Ott expuso las condiciones reales en las que vivían los colonos del sur de Alemania antes de venir a España, ya que de esa zona fueron la mayoría de los colonos alemanes que llegaron a Fuente Palmera. Casi todos eran campesinos que tuvieron muchas dificultades para sobrevivir. Las condiciones casi extremas de frío en aquella época eran un inconveniente para sembrar. En prácticamente tres meses tenían que realizar todas las cosechas para proveerse para el resto del año. Por otra parte, el escenario político era muy complicado porque Alemania era una nación con más de trescientos estados, los campesinos no eran libres porque trabajaban para los terratenientes y no eran propietarios del trozo de tierra que cultivaban. 
Como hemos señalado anteriormente, una de las líneas de investigación de Fede Ott se centra en pequeñas costumbres de los ciudadanos de las Nuevas Poblaciones que pueden tener orígenes colonos pero que no se conocen. Cree que las fuentes más fiables son las personas más mayores, «pero llegar a ellos es más difícil y poco a poco se nos están yendo; no obstante, me cuentan historias de sus antepasados que coinciden con la zona donde yo vivía en Alemania; por ejemplo, me han explicado que sus descendientes hacían una especie de pasta culinaria, les enseñé una foto de la que se hace en mi país y dijeron que era igual». 
También cree que las canciones de cuna que cantaban las abuelas o madres a sus nietos e hijos pueden tener un origen alemán.
En definitiva, su investigación va encaminada a pequeñas costumbres ocultas y piensa que cuanto más chica sea la aldea o la población, más cerrada está y ha sufrido menos influencia externa, por lo que más fehaciente puede ser el origen de sus costumbres.
Por último, la otra línea de investigación que está iniciando tiene que ver con los apellidos colonos. Para ello necesita tener acceso a documentos tales como partidas de nacimiento, pero también aquellos documentos originales que trajeron los colonos y cómo se transcribían. Se trata de un trabajo «para varias generaciones, pero alguien tiene que empezarlo y me encanta que sea yo quien lo empiece».
Como colofón al acto, desde el Ayuntamiento se entregaron unos obsequios tanto a la investigadora alemana -entre ellos una réplica del originario plano topográfico de la feligresía de Fuente Palmera-, como a los miembros de las asociaciones Ramón de Beña y Victoria Kent, que protagonizaron un recital de canciones y poesías antes de la ponencia.
