Y ante esto se me vienen a la cabeza tantas y tantas preguntas, tantas preocupaciones, tantos recuerdos de tantos que lucharon contra el cáncer, tanta admiración….
El cáncer, esa enfermedad que solo nombrarla te entran escalofríos, enfermedad que no entiende de edades, ni de tiempo, ni de raza….
Pensar que esta enfermedad un día no muy lejano la vamos a padecer un 50% de la población, pensar que la pueda padecer un hijo tuyo, pensar, pensar y pensar….
Ayer 4 de Febrero y todos los días somos muchos los que nos acordamos de estos enfermos…. Pero desgraciadamente cada día hay más enfermos que no solo se acuerdan un día del cáncer… si no que viven y luchan día a día para intentar olvidarlo, dejarlo atrás, curarse.
Nadie debería padecer esta enfermedad, pero cuando le ataca a un niño, tan indefenso… el cual debería estar jugando con sus muñecos, no estar enchufado a una máquina dándose quimio, o aislado en un hospital bajo de defensas…. Un niño jamás debería padecer un cáncer. Por ello somos los adultos, todos los que tenemos que ayudar en la medida de lo posible a los enfermos, a los estudios, a la ciencia, a todas las asociaciones que trabajan porque la palabra cáncer solo sea un signo del zodiaco.
Hoy estas líneas van dedicadas a tantos y tantos luchadores que cada día se levantan con más y más ganas de vivir, de aplastar a la enfermedad. A tantos que ganan la batallan y empiezan a ver la vida diferente, a disfrutar de ella al milímetro…. A otros tantos que desgraciadamente se quedaron atrás en el camino y lucharon tanto, pero la enfermedad pudo más que ellos. A todos aquellos médicos que ponen sus armas y ayudan a luchar a tantos enfermos. A todos los voluntariados que ya sean echando una mano, leyendo cuentos, cantando canciones o simplemente intentar sacar una sonrisa a todos los enfermos…. A todas las familias que quedan señaladas con la enfermedad, que luchan y sufren como los mismos enfermos…. todos vosotros para mi sois héroes que diariamente me dais lecciones de cómo vivir, de cómo superar obstáculos, de cómo sonreír a la vida cuando esta te pone su peor cara. A todos desde estas líneas os doy las gracias porque servís de ejemplo para mucha gente, porque se puede ver hasta dónde puede llegar un ser humano luchando, lo fuerte que puede llegar a ser una persona…. Hay que seguir luchando y soñando con un futuro, un futuro con una larga y saludable vida, en la que la sombra del cáncer no exista y solo exista la luz de la salud, el amor, la esperanza y la felicidad.