El inicio de la Cuaresma se vive de forma única y genuina en la ELA de Ochavillo del Río, púes todo un pueblo se vuelca en la celebración del Miércoles de Ceniza, que tiene como principal y primer acto la tradicional Batalla de la Harina. Este evento se ha convertido a lo largo de las últimas décadas en la seña de identidad del núcleo colono, sumándose a la semana de Carnaval, una de las fiestas más populares y con más arraigo en la entidad local.
Son l@s niñ@s y jóvenes quienes protagonizan la batalla desde muy temprano, cuando el Ayuntamiento empieza a repartir los 180 kilos de harina que se arrojan unos y otros sin contemplación.
En pocos minutos, la Plaza Real y sus alrededores se cubren de blanco y una densa nube blanca impide por momentos la visibilidad. Nadie se libra, por mucho que ruegue. Es la tradición, la misma que marca que a las 12 del mediodía se tiene que dejar de arrojar harina, aunque muchos se la saltan porque a partir de esa hora se incorporan muchos vecinos que llegan de trabajar de fuera. En Ochavillo es fiesta local, además de día no lectivo en el colegio, y normalmente sólo abren los bares, que suelen registrar una gran afluencia por la tarde. Por gentileza del Consistorio también se disfruta de un arroz en la plaza y se desarrolla posteriormente el concurso de máscaras, recuperado hace algunos años. Entre batalla y batalla, las más veteranas del lugar emprenden junto a los más pequeños juegos tradicionales como el del porrón, el corro, la comba o la flor del romero.
Orígenes de la fiesta
El origen de la Batalla de la Harina se remonta más de 60 años atrás cuando en la panadería del pueblo, a su propietaria Amelia Castell, fallecida hace algunos años, le dio por arrojar un buen puñado de harina a una de las clientas, en respuesta a que esta le había echado a su vez sobre la cabeza.
Su hija, Mª del Carmen Barrientos Castell, nos cuenta la historia, que fue trascendiendo en su familia, ya que ella no había nacido cuando tuvo lugar aquel histórico episodio: «Antiguamente, estaba prohibido en los establecimientos echarse la ceniza, que era la tradición católica, pero llegó una vecina y le echó a mi madre por encima un poco de harina o de polvos de talco -no se sabe exactamente-.
Mª Carmen Barrientos, hablando para Canal Sur TV A mi madre, que estaba de riguroso luto por la muerte de mi abuelo y vestida totalmente de negro, le dio tanto coraje que cogió una buena cantidad de harina del saco que tenía más cerca y puso a la otra como un boquerón. Tal fue la repercusión en Ochavillo al ver a esta vecina totalmente llena de harina que a partir de ese día se sustituyó la ceniza por la harina, y hasta hoy».
María del Carmen Barrientos también destaca que «desde que tenemos Ayuntamiento la fiesta va prosperando, púes antes teníamos que poner los vecinos el dinero para hacer el arroz». En este sentido, la alcaldesa de Ochavillo, Aroa Moro, señala que el Miércoles de Ceniza «se convierte en una auténtica jornada de convivencia, ya que además de mantener viva la tradición, con el arroz que se ofrece a todo el pueblo y el ambiente que se genera posteriormente con el concurso de máscaras y en los bares, se lleva a cabo un día bastante completo».
La alcaldesa piensa que habrá Batalla de la Harina por muchos años porque «se trata de un día muy especial para los más pequeños, que desde muy temprano están expectantes por comenzar a hacer algo fuera de lo común, por lo que resulta todavía más atractivo para ellos».
Al final de la página ofrecemos algunas imágenes más de la Batalla de la Harina en la FOTOGALERÍA.
Día de Andalucía
En la jornada de ayer, Ochavillo del Río también vivió con intensidad el 28 de febrero, donde fueron varias las actividades programadas. Como es costumbre, se cantó el himno de Andalucía, también hubo colchonetas gratis para los peques, la actuación musical del trío Energía y la degustación gastronómica de productos locales y de empresas de La Colonia.
