Un año más, Ochavillo del Río festejó el Domingo de Pascua con la tradición colona de los huevos pintados. Desde las cinco de la tarde se expusieron en la plaza las creaciones de los más de veinte niños y niñas que habían participado en el taller celebrado el jueves pasado en la Biblioteca Municipal.
No obstante, hubo algunos que se animaron sobre la marcha y pintaron varios huevos que entraron también en el concurso. Mientras tanto, unos y otras pudieron disfrutar de las dos colchonetas hinchables, una para los más peques y otra para niños y niñas de mayor edad.
También se pudieron ver algunas de las genuinas bolsas de crochet donde se llevaban los huevos pintados, colgadas del cuello de niños pequeños y de mujeres mayores que recordaban la costumbre con añoranza y los innumerables huevos que habían pintado cuando eran niñas.
Por otro lado, la tradición de los Judas estuvo presente igualmente con dos figuras muy características que estuvieron sentadas toda la tarde en un banco de la plaza, las cuales fueron objeto de muchas fotos. Las elaboraron algunas vecinas y no sabemos si finalmente ardieron porque la verdad es que daba pena destruirlas.
Como colofón la presidenta de la ELA, Aroa Moro, entregó los premios del Concurso de Huevos Pintados. El jurado estuvo compuesto por varias mujeres sin vinculación con los participantes. Se establecieron varias categorías, otorgándose un juego o juguete educativo acorde a cada edad. Las ganadoras y ganadores fueron:
Esmeralda Quero: 13 años.
Miguel Ángel Real: 9-11 años.
María Alinque: 7-8 años.
Víctor Barrientos: 5-6 años.
Hugo Vidal: 3-4 años.
Camila: 0-2 años.
Más allá de los premios, lo importante es la participación, la implicación de las familias y el hacerlo posible por parte de la Entidad Local Autónoma, para que así se mantenga viva una tradición que se remonta a los orígenes de la colonización y que significaba, desde la antigua Roma, la renovación de la vida y símbolo de fertilidad. De ahí que después la adoptaran los cristianos para conmemorar la resurrección de Jesucristo.