La carrera se desarrolló en dos tandas. La primera a las 8 de la mañana, con siete corredores, y la segunda, a las 8 de la tarde con los catorce restantes. De esta forma, se evitaban las horas de más calor de la jornada, se daba oportunidad a las personas que tenían que trabajar por la mañana y, sobre todo, no se acumulaban más personas de la cuenta en la zona de salida de la prueba, aunque cada participante estaba citado a una hora concreta evitar precisamente esta circunstancia. Además, en las bases de la carrera se aclaraba que tenía que celebrarse sin público y, de hecho, no se dieron a conocer públicamente los horarios de la misma.
Para el trazado de 1609 metros (1 milla), se eligió la manzana que rodea la zona del cementerio, con salida desde el camino que está por detrás -muy frecuentado por l@s vecin@s para pasear y hacer deporte-, llegando al camino del riego y luego girando a la izquierda para alcanzar la carretera y seguir por la nueva vía asfaltada del cementerio. Finalmente se pasaba por delante del camposanto, bajando una cuesta que en su tramo final estaba un poco peligrosa por las piedras y girando a la izquierda en dirección a meta.
En definitiva, un itinerario muy completo, más rural que urbano, con repechos y partes llanas. Un recorrido que gustó a los participantes y que tod@s concluyeron. Destacar que hubo corredores de todas las edades, desde el más joven con 14 años al más veterano con más de 60. Unos más habituados a correr y otros menos. Es curioso y muy meritorio el caso de Merche Herrera, que con 53 años era la primera vez que hacía una carrera y la terminó bastante entera.
Cada corredor tomaba la salida cuando llegaba el anterior, con el objetivo de no coincidir durante el recorrido y controlar los tiempos. Por tanto, se trató de una auténtica contrarreloj individual a pie. Pero como en toda carrera popular, lo importante era el buen ambiente, llegar a la meta y compartir la experiencia con compañer@s y organización.
El Ayuntamiento obsequió a cada participante con una bolsa con fruta, barritas de cereales, agua, bebida isotónica, la camiseta del evento y una mascarilla para volver a casa con todas las garantías. En cuanto a la camiseta, ha gustado tanto su diseño que muchos vecin@s y ochaviller@s que viven fuera ya están pidiendo por las redes sociales si pueden conseguir una.
Clasificaciones
En cuanto a las clasificaciones, la general masculina ha estado encabezada por:
1º: Marcos Munzón Noguera: 5′ 41″ 26
2º: Manuel Domínguez Quero: 6′ 11″ 77
3º: Ángel Alférez Castro. 6′ 19″ 69
General femenina
1ª: Elsa Rossi Hens: 7′ 32″ 19
2ª: Paula López Valenzuela: 8′ 40″ 38
3ª: Inés María Mengual Flores: 8′ 43″ 79
Sub-16 cadete: Manuel Delgado Márquez: 9′ 53″ 05.
Sub-18 juvenil: Lucía Delgado Márquez: 9′ 13″ 44.
Senior:
Adrián Crespo Sánchez: 6′ 23″ 43
Jorge Barrientos Muñoz: 7′ 19″ 58
Julián Delgado Crespo: 9′ 30″ 62
Beatriz Delgado Crespo: 9′ 44″ 65
José Rossi Mengual: 6′ 54″ 56
Emilio Rivero Rodríguez: 8′ 23″ 32
Raúl Mengual Arriaza: 8′ 25″ 66
M. del Mar Adame Castillo: 9′ 06″ 12
Susana Iznájar Ruano: 9′ 16″ 79
Mercedes Herrera Maestre: 11′ 10″ 81
1º a la superación: José Antonio Carrasco Hens: 8′ 42″ 68
1º a la constancia: Manuel Delgado Cárdenas: 8′ 43″ 15
1º al «casi-ochavillero»: Antonio Peña Pérez: 9′ 14″ 62.