La Romería despidió este domingo su edición 74 y la hermandad villarenga ya pone el foco en la próxima, que será la del 75 aniversario. Una fecha redonda sobre la que Fernando De la Rosa comenta que «por supuesto, se organizará algo especial pero no se puede adelantar nada porque aún no está cerrado».
El hermano mayor señalaba que se ha vivido una romería «muy intensa en la que también se cumplían los 20 años de celebrarla en dos jornadas, pues antes se hacía todo en el mismo día».
Resaltar que en lo que se refiere a los itinerarios de ida y de vuelta, no ha habido incidencias destacadas. Solo hubo un pequeño cambio en la salida del sábado, saliendo a la carretera y cogiendo el camino de Sotomelero, motivado para no pasar por delante de la casa de un vecino que había fallecido días antes. «No vimos coherente pasar estando la familia de luto».
También destacaba la clásica ofrenda floral a la patrona de Fuente Palmera, siendo recibidos por la Hermandad de la Purísima Concepción y por los párrocos de La Colonia en un acto entrañable.
Preguntado por si hay detalles a mejorar, De la Rosa comentaba que, por ejemplo, en Los Arroyones se debía mejorar el pavimento retirando las piedras o iluminar el camino hasta la carretera. «Son demandas que trasladamos en su día al Ayuntamiento y suponemos que las tendrá en cuenta».
Asimismo, apuntaba la visita de villarengos emigrantes que ya estuvieron el año pasado y han repetido, así como vecinos de Écija naturales de El Villar que han hecho el camino andando hasta Fuente Palmera. «La verdad es que se han quedado sorprendidos de lo bien que lo pasamos y cómo lo vivimos, preguntándonos además que de dónde salen tantas carrozas».
«Para El Villar su romería es única, participa todo el pueblo y en estos dos días se acaban los problemas; para mí es un orgullo porque tiene algo especial que casi no se puede explicar», indicaba.
Por último, agradecía a las Ampas de La Colonia que se hubieran puesto de acuerdo y conseguir que este lunes fuera día escolar no lectivo en todo el municipio. «Esperamos que el año que viene vuelva a serlo; aunque lo ideal es que fuera festivo local a todos los efectos, como en la feria de Fuente Palmera, pero sabemos que es complicado», concluía.
Juan Rosa: «Ha sido un camino muy especial porque nos faltaban dos romeros, Luis y Vidal Vidal Soto, uno de nuestros fundadores»
La Hermandad de Romeros de Cañada del Rabadán también terminaba con satisfacción su XXIII Camino en honor a San Isidro Labrador. Y lo hacía con el típico almuerzo en Los Arroyones tras el tradicional encuentro con la hermandad matriz de El Villar.
Sobre las 2 del mediodía la comitiva formada por unos 270 integrantes -el sábado fueron unos 340-, entraba en el paraje con su alegría característica y entre los aplausos del público que salió a recibirlos.
Una vez delante de San Isidro, el saludo con los hermanos y hermanas de la Hermandad de El Villar y el primer «viva» para esta la hermandad matriz; y luego los siguientes para la hermandad cañetera, para la Virgen del Rocío, la Blanca Paloma, la reina de las marismas y para todos los romeros en la voz de Juan Rosa.
Minutos después, el hermano mayor destacaba que «el camino se ha hecho sin problemas, todo ha salido bien; el calor ha apretado, sobre todo el sábado, pero no tanto como otros años».
Un camino que en esta ocasión ha sido especialmente sentido porque «para empezar, este año, no venía desgraciadamente un gran romero, una persona que fue fundador de esta hermandad y que puso la piedra en el camino para que la siguiéramos todos: Vidal Vidal Soto; también nos faltaba otro romero, Luis; por tanto, ha sido duro pero dedicado a ellos», comentaba emocionado el hermano mayor.
También ha habido muchas ofrendas: en los molinos Mesa y Cantalapiedra, la de la Purísima Concepción, la del mismo San Isidro en Los Arroyones. Pero uno de los momentos más emotivos, sin duda, nada más salir y doblar la esquina de la calle de la iglesia en Cañada, en casa de la vecina y romera, Loli Rosa, a quien sus hijos le entregaron un ramo y su hermano Juan le dedicó unas palabras junto a los aplausos de cañeteros y cañeteras.
Finalmente, Juan Rosa añadía que en la Hermandad «intentamos siempre hacerlo todo lo mejor posible, son muchos meses preparando este día; todo el año trabajando para que sea especial y queremos seguir en la misma línea para sentirla y vivirla así».
Incidente lamentable
El único lunar de esta romería ha sido la trifulca que tuvo lugar sobre la media noche del sábado en Los Arroyones, con una pelea donde participaron vecinos de varios núcleos de La Colonia que se saldó con al menos un herido que tuvo que ser atendido y trasladado por los servicios sanitarios. Tuvo que acudir la Guardia Civil.
Aparte de este episodio totalmente condenable y que no cabe en un evento festivo y de convivencia como es la romería, destacar el trabajo de Policía Local, Protección Civil y la colaboración del Ayuntamiento de Fuente Palmera desde los mismos preparativos del dispositivo de seguridad hasta la adecuación de Los Arroyones pasando por el propio apoyo anual con las hermandades.
