La Colonia de Fuente Palmera y Fuente Carreteros han vuelto a responder de manera muy positiva para ayudar a las personas que más lo necesitan. Asociaciones, colectivos, instituciones, vecinos y vecinas a título particular han colaborado, fundamentalmente con alimentos y productos de primera necesidad, y en menor medida con artículos de limpieza y juguetes.
Hay que elogiar la solidaridad del pueblo colono, sobre todo en un año complicado por los precios que tiene todo y también por el reciente esfuerzo realizado para ayudar a los afectados de la dana en Valencia. Por ello, pese a que la cantidad donada ha sido menor que otros años, más mérito tiene si cabe.
Lo que no decrece es la ilusión y satisfacción en los artífices del evento, el motoclub Colonos Moteros Libres, que ven en cada edición que su labor llega a buen puerto recibiendo el reconocimiento de Cáritas en el colofón de la jornada.
El día comenzaba muy tempranito en Cafetería Marvi, punto de reunión en Fuente Palmera para iniciar la ruta sobre las 9.30. La primera parada, Silillos, y de ahí a Fuente Carreteros, Cañada del Rabadán, El Villar, La Ventilla, La Peñalosa, La Herrería, Ochavillo del Río, Villalón y Fuente Palmera.
Pero este año la gran novedad era el paso por la Residencia Santa Magdalena a la vuelta de Villalón, donde los moteros y moteras han compartido un buen rato con los abuelos y abuelas, sacándolos de la rutina y disfrutando con sus caras de alegría al verlos vestidos de Papá Noel y en moto.
Desde Colonos Moteros Libres, Antonio Orejuela ha agradecido la colaboración de los ayuntamientos de Fuente Palmera, Fuente Carreteros y Ochavillo del Río, así como de los alcaldes y alcaldesas pedáneas en la coordinación con las asociaciones y colectivos. Otra cuestión importante es que no ha habido incidentes en la carretera.
El presidente subraya que en los cinco años que van a cumplir en enero como motoclub todos los actos que han organizado han sido sin ánimo de lucro. «Es lo que nos gusta hacer y el año que viene volveremos a organizar la Papanoelada con más ganas si cabe».
«Un evento que tiene bastante más tarea que lo que la gente pueda pensar; esto no es darse una vuelta con las motos por las aldeas; son muchos telefonazos previos, quedar con asociaciones que no pueden ese día pare recogerle las cosas, organizar el tiempo de la ruta, etc., etc.», explica.
