David Delgado Moyano es ochavillero por los cuatro costados, aunque naciera en Barcelona hace 47 años. Hijo de la emigración, nació cuando sus padres llevaban allí tres años. Lleva -literalmente- por bandera a su pueblo, exhibiéndola en cada torneo o campeonato donde participa.
David, acompañado por su pareja también practicante de jiu-jitsu brasileño, ha dado una pequeña charla a los escolares antes de la lección práctica sobre el «tatami». A la hora de la exhibición el alumnado ha estado muy participativo, así como alguna vecina y el director del colegio.
El jiu-jitsu brasileño es una disciplina parecida al judo. De hecho, uno de los discípulos del fundador del judo (el japonés Jigoro Kano, a finales del siglo XIX), llamado Mitsuyo Maeda, se fue a Brasil y empezó a enseñar judo a su manera.
Así empezó a crearse el jiu-jitsu brasileño, cuya mayor diferencia con el judo es que este, en cuanto proyectas a la persona y cae con la espalda al suelo has ganado el combate; en la modalidad brasileira esta acción solo son dos puntos para la persona que tira a la otra, continuando la lucha, la cual termina cuando alguna se rinde o por puntos cuando finaliza el tiempo del combate.
El jiu-jitsu brasileño está en constante evolución y se caracteriza por su complejidad y amplitud de desarrollo. Tiene infinidad de combinaciones en cuanto a llaves, golpes, movimientos, posturas, etc. Se practica en todo el mundo de la misma manera, aunque cada escuela o federación puede tener sus normas. La más importante y antigua es la brasileña, IBJJF, aunque ahora está emergiendo con fuerza la Liga de Abu Dhabi.

Otro impulso que se dio a la disciplina fue con las artes marciales mixtas (MMA), ya que hace unos 20 años cuando se celebraron los primeros campeonatos en Estados Unidos apareció un brasileño, Royce Gracie, que sin ser el más grande ni el más fuerte, ganaba todos los combates desde el suelo.
David Delgado comenzó a practicar artes marciales cuando tenía 20 años (kárate, kick boxing, etc.). Más adelante, en un seminario donde confluyó mucha gente de distintas modalidades, participaron varios brasileños que hacían jiu-jitsu brasileño y uno de ellos, de solo 60 kilos, lo llevaba continuamente al suelo.
«Yo no sabía lo que hacer, me sentía como un niño pequeño y me quedé sorprendido. Esto lo tengo que aprender yo, me dije. Luego estuve un tiempo apartado del deporte y hace unos tres años lo retomé haciendo jiu-jitsu brasileño. Me he enganchado y le dedico todo el tiempo libre que puedo», señala.
Tal es así que ha ganado una decena de torneos y campeonatos, el último y de más repercusión el Europeo Master de la IBJJF en la categoría de 45 a 50 años. Y hace unos días fue medalla de plata en un torneo perteneciente a la Liga de Abu Dhabi celebrado en Sevilla.
Pero para este ochavillero lo más importante, y así se lo ha transmitido a los escolares, no es ganar medallas ni títulos. «Los éxitos o las derrotas son lo de menos, lo básico es superarse a ti mismo, entrenar, esforzarse y prepararse, cada día mejor, en el caso de que compitas. El deporte en general es esencial para tener una vida saludable en lo físico y mental».
Tras la exhibición, desde la ELA de Ochavillo del Río, Nuria Poley, junto a la técnico de Deportes, María José Delgado, le ha entregado el galardón representativo del pueblo y algunos obsequios, dedicándole unas palabras y expresando que su figura y su trayectoria son un orgullo para todo Ochavillo.