Fuente Palmera y la cantera del Club Deportivo Colonial siguen aportando futbolistas a clubes importantes no sólo de Córdoba, sino a otros de talla y legendaria historia como el Sevilla FC. Si el año pasado fue Francisco Sánchez Adame quien se incorporó a las filas del conjunto hispalense, ahora ha sido el joven Javier, después de cumplir dos temporadas como medio centro en el equipo bebé del Colonial.
El caso de Javier Adame es muy especial porque se trata de un futbolista muy joven. No es habitual -al menos por estos lares-, que niños tan pequeños y sus familias decidan dar un salto de estas características, tres entrenamientos a la semana, cien kilómetros de ida y otros cien de vuelta, partidos los fines de semana por Sevilla y provincia, etc., etc.
Pero la voluntad de Javier ha sido clara desde casi el primer momento. Al principio creía que también seguiría jugando con sus compañeros del Fuente Palmera; tras explicarle cómo era el asunto, le chocó un poco, pero finalmente su decisión fue firme. Está muy entusiasmado ahora. Algo tuvo que calar en Javier cuando realizó la primera prueba en la ciudad deportiva sevillista, aunque más tuvo que calar su fútbol en los técnicos del conjunto de Nervión cuando tras finalizar ese primer entrenamiento, salieron y comunicaron a sus padres, Javi y Vicky, que su hijo sólo jugaría en el Sevilla la próxima temporada (claro, siempre que él y ellos quisieran).
Después se han producido cuatro o cinco entrenamientos más, hasta llegar las vacaciones de verano. Hace unos días firmó por un año. El 2 de septiembre a las 18.00 h. está convocado con el equipo prebenjamín para iniciar la pretemporada. La plantilla la forman catorce o quince jugadores, todos de primer año.
El origen de esta historia se remonta al pasado mes de abril cuando llegó a las oficinas del Club Deportivo Colonial una solicitud del Sevilla FC para que el jugador Javier Adame García asistiera a una prueba a la capital andaluza. Un ojeador sevillista lo había visto jugar poco antes en un partido en Córdoba.
Sus padres decidieron llevarlo «para que el niño viviera una experiencia allí, no pensando que lo iban a fichar». Los jugadores con los que compartió aquel entrenamiento llevaban ya siete sesiones, pero Javier lo hizo tan bien que, como hemos señalado anteriormente, los técnicos del Sevilla lo vieron claro y dijeron que lo querían en sus filas.
El joven Javier recuerda ese entrenamiento porque «me gustó mucho, jugamos un partidillo y marqué dos goles».
Ha sido una temporada muy goleadora para él, púes terminó como pichichi en liga y copa con el Fuente Palmera bebé, logrando junto a sus compañeros el subcampeonato en ambas competiciones. Javier comenzó hace dos años en la Escuela del CD Colonial con Luismi Vigara. Este año el equipo bebé se federó y ha estado bajo las órdenes de José Daniel Fernández «Chuli», que dice de Javier que «es un niño muy inteligente, en lo que se refiere a la imaginación en el fútbol va por delante de sus compañeros; sabe qué tiene que hacer antes de que le llegue el balón y eso en un niño de tan corta edad es, sin duda, un privilegio».
Javier es un jugador con fuerza, corpulento, zurdo, técnico y con visión de juego. «Nació casi con un balón debajo del brazo y el fútbol es prácticamente su única afición, siempre está viendo vídeos…», nos cuenta su padre. «Está claro que lo primero es el colegio, es responsable y va sacando sus notas; por eso sigue con el fútbol; este año pasa ya a Primaria».
Por último, sus padres quieren agradecer especialmente el apoyo de sus compañeros y entrenadores Luismi, Chuli, etc., así como a la directiva del CD Colonial.