Está empezando a dar sus frutos la generación mejor formada de nuestra historia. Tenemos tesoros ocultos de los cuales es fácil aprender porque su accesibilidad es total, solamente tenemos que procurar tener la suficiente paciencia de elegir butaca y sentarnos a escuchar a jóvenes colonos y colonas que después de haber vivido su infancia en Fuente Palmera o en cualquiera de sus aldeas han tenido la oportunidad de estudiar, de viajar, y han disfrutado de experiencias vitales que pueden compartir con los demás.
Somos unos privilegiados por podernos sentar en primera fila para no perdernos los retazos que tienen por compartir sobre lo que la vida les ha podido enseñar y en base a ello, valorar todos nosotros lo que han conseguido, y apreciar otros temas que escapan de nuestros conocimientos cotidianos, como en este caso sería la Arquitectura. Sin olvidar en ningún momento, hacia dónde les guiará el futuro y los grandes sueños que a buen seguro, les quedará por cumplir.
Hoy tenemos con nosotros a Jaime Lucena González, natural de Ochavillo del Río de treinta y seis años de edad y arquitecto de profesión. Y gracias a su generosidad y humildad, nos ha brindado un ramillete de desparpajo y una muestra de cómo convertir en arte, la luz, el espacio y el respeto por los recursos. Con todo ello conjugado hemos podido confeccionar la entrevista que a continuación tendrán la oportunidad de disfrutar:
¿De Ochavillo del Río al cielo, Jaime?
(Se ríe) Me siento orgulloso de mi pueblo y tengo que reconocer que soy como un predicador inconsciente de Ochavillo. Aunque actualmente no resido aquí de forma habitual y la marcha sea necesaria para experimentar otras experiencias, Ochavillo siempre es el sitio al que uno se siente orgulloso de pertenecer. Pero es verdad que a nivel profesional es un sitio duro para desarrollarse, porque no hay muchas oportunidades, aunque como lugar propio es un sitio donde difícilmente se puede estar mejor y donde uno siempre vuelve para cargar pilas y disfrutar de los seres queridos y de sus recuerdos.
Jaime, ¿cuál puede ser el primer recuerdo relacionado con el Diseño o la Arquitectura?
El primer espacio arquitectónico que yo recuerdo es el patio de la casa de mis abuelos, en Ochavillo del Río. Donde ese lugar me sigue maravillando; esa casa y ese espacio estaba pensado desde una funcionalidad máxima y recuerdo de pequeño como del arriate de ese suelo de ladrillo nacía una parra que subía por esas paredes blancas relucientes y entraba la luz a través de sus hojas y con ese pozo que quedaba situado en el centro, se conseguía un espacio tan agradable y atemporal. Siendo éste, el primer recuerdo a tener en cuenta sobre Arquitectura y de alguna manera todavía sigue siendo una referencia e inspiración para mí.
¿Por qué decidió formarse en Arquitectura?
La verdad que no tenía tan claro cómo iba a orientar mis estudios universitarios, yo he sido una persona a la que le han gustado mucho, diferentes disciplinas y de pequeño cada vez que aprendía una algo nuevo, pensaba que lo podría profesionalizar como una salida laboral. Al hacer el Bachillerato Tecnológico, me gustaba mucho la parte técnica, pero también veía que Arquitectura desarrollaba un componente más artístico y creativo que me permitía conjugar un poco esos dos mundos, a parte ya tenía contacto con este mundillo, porque mi padre era albañil y entonces he visto cómo se construían las edificaciones y eso me gustaba, al principio no tenía tanta idea de lo que era en sí, proyectar desde un punto de vista formal, porque es verdad que para eso hace falta instrucción y tener referencias de qué es lo que se ha hecho y de lo que se está haciendo, para saber realmente porqué proyectas y porqué ejecutas de una determinada manera.
Decir que también he tenido la oportunidad de trabajar con mi padre los veranos y sinceramente, el calor que hace en la obra y las duras condiciones de trabajo me hicieron reflexionar sobre la participación en este gremio, pero desde una posición menos sufrida. Por lo cual, imagino que mi padre tiene que sentirse especialmente orgulloso.
¿Dónde realizó la formación en Arquitectura?
En la Universidad de Granada, sobre todo fue una elección por todo lo que conlleva la ciudad en sí. Ciudad pequeña, con muchos estudiantes, intenso movimiento estudiantil, prestigio académico, además de la riqueza monumental y paisajística. Gracias a la oportunidad de poder estudiar he visitado lugares increíbles y he conocido a personas, a las cuales no hubiera podido conocer de otra manera. Por ejemplo, cursé un año Erasmus en Rumanía, teniendo apetencia por conocer la forma de vida de un país del Este. Y fue una muy grata experiencia, aunque por otro lado me gustaría advertir a los estudiantes universitarios, de la utilidad del idioma, porque mi abanico de elección se hubiese visto incrementado, si hubiese tenido el título del B1 o B2 en aquel momento, ya que por entonces todavía no lo poseía y me condicionó bastante la elección, aunque tengo que decir que acerté con la decisión de aceptar Rumanía como destino para la experiencia Erasmus. Y de una forma no premeditada conseguí romper los estereotipos y los prejuicios, porque es un país totalmente recomendable para visitar.
¿Y de su faceta de estudiante qué podría decirnos?
Todavía me parece fascinante estar rodeado de gente tan diferente, porque al provenir de un contexto rural y de un núcleo de reducidas dimensiones y por ello teniendo más limitadas las posibilidades de desarrollo, poder acceder a un mundo global con compañeros y amigos de todas las partes del mundo, disfrutando de conciertos, exposiciones y donde la fluidez y el intercambio cultural eran constantes y además la tónica predominante en nuestro día a día. Me gustaría reseñar además, la consolidación de conocimientos más específicos y relacionados con la rama elegida, como ha sido mi caso.
¿Qué estilo le podría definir como arquitecto?
Los nombres de los estilos se encasillan a posteriori. Yo intento responder a una necesidad o a un proyecto con postura y actitud contemporánea.
¿En qué trabaja en la actualidad?
En estos momentos, deciros que como arquitecto estoy desarrollando varios proyectos propios de manera independiente, pero desde hace unos meses lo estoy compaginando con el trabajo para una empresa finlandesa que se dedica a desarrollar soluciones digitales y estoy haciendo trabajos de diseño de experiencia de usuarios, diseño de aplicaciones e interfaces, ahora mismo estoy en un punto en el que he diversificado la salida de mi carrera laboral hacía otro sentido. Esta idea tiene bastante relación; mientras en arquitectura diseñas espacios y respondes a necesidades en el mundo físico, en esta empresa diseñas y respondes a necesidades en el mundo digital. Al final, estudiar es un medio para llevar a cabo otros proyectos, no es el fin en sí mismo. Estudiar es aprender a conseguir herramientas, enfrentarte a nuevos retos, conocer a gente de la que seguir aprendiendo y sobre todo disfrutar de este proceso que al final no es solamente un fin, es un camino para acometer otros retos diferentes.
¿Cuál podríamos decir que ha sido su mayor logro profesional?
Sin lugar a dudas, el proyecto del Museo de la Villa Antiopa, en Rincón de la Victoria (Málaga), que alberga restos arqueológicos de la civilización romana. Ha sido un interesante proyecto y bastante largo en el tiempo, desde el momento en que se hace una propuesta para participar en el programa del 1% Cultural del Ministerio de Cultura, siendo por entonces cuando el Ayuntamiento consigue gracias a esta propuesta de museo, recibir los fondos para redactar el proyecto y posteriormente acometer la dirección de la obra. Y aquí sí que hubo bastante libertad a la hora de realizar las propuestas, siendo atrayente el concepto desde la ideación del proyecto hasta la culminación del mismo.
¿Qué podría decirnos de las tendencias en la Arquitectura actual?
Bajo mi punto de vista, en los últimos años se le está concediendo más valor a lo que ocurre fuera de Europa, pues desde el Renacimiento podríamos decir de forma aproximada, que Europa era el gran referente cultural por antonomasia. Y en la época actual se tiene un gran reconocimiento por lo que se hace en Latinoamérica, en Asia, o incluso en África, cobrando un especial valor la Arquitectura tradicional. Aparte, de que a partir de la crisis de 2008, parece que el diseño ha retomado la sensatez y el uso de los recursos se valora altamente, por encima de las excentricidades, de las que tampoco nos libraremos nunca, pero que nos llegan con menos asiduidad.
¿Qué impacto ha podido tener su percepción del entorno en sus proyectos?
Para mí, en Arquitectura una de las máximas principales a tener en cuenta a la hora de realizar un proyecto, es precisamente percibir el entorno para entender cuál es el mejor proyecto para un sitio, porque normalmente el proyecto no puede ir desligado de un contexto. Antes de realizar cualquier propuesta debemos entender dónde se está realizando el proyecto, para quién, con qué medios se cuentan y a nivel constructivo qué puede significar tener sentido en un lugar, por ello creo que es básico observar previamente. Al final, todo se reduce a estudiar un contexto para tener una postura concreta con respecto al proyecto y esa postura resultante es la que va a establecer la guía que irá marcando el propio desarrollo. Observando, podemos optar por continuar con lo que viene determinado en ese contexto concreto u ofrecer una alternativa diferente a lo que ya tenemos.
¿Cómo aplica la conjugación de creación individual y trabajo en equipo?
Cuánto más tiempo llevo trabajando, más firmemente creo que es importante el trabajo en equipo. En algunos proyectos es normal que haya alguien que por dedicación, por claridad de ideas o a veces incluso también, por la responsabilidad que puedas tener en el proyecto o el rol dentro del equipo, al final siempre vas a necesitar de gente que esté trabajando de forma conjunta, ya sean compañeros arquitectos o ingenieros. Al final es importante que todos los integrantes del equipo estén alineados con el proyecto, para que todas las soluciones que se vayan aportando, vayan sumando. Porque una forma de contribuir a establecer un compromiso es tener en cuenta las opiniones de los demás. Cada vez más, se está olvidando la idea del arquitecto total, el artista y el único que tiene las ideas y el poder obrar en el proyecto. Así todos los partícipes están motivados a la hora de trabajar y eso es fundamental.
¿Cómo fusionas en tus proyectos el trabajo a mano alzada y la tecnología?
Cuando yo cursaba los estudios de Arquitectura, las herramientas digitales ya eran predominantes. En la fase de ideación es importante contar con mano suelta para tener libertad de pensar y no atenerte a la rigidez que te puedan ofrecer las herramientas digitales. Pero claro, el control de la información a través de las herramientas digitales sí es más completo, detalles que con la inmediatez y a mano serían prácticamente imposibles de obtener. Con el BIM (Bulding Information Modeling), tú ya no dibujas, sino que construyes en digital todo el proyecto, pudiendo acceder a toda la información del mismo, tú dibujas en 3d y ya tienes información pormenorizada de planta, alzados, secciones… Puedes modelar las instalaciones del proyecto, la estructura y coordinar todas las disciplinas, pudiendo calcular con total exactitud, dimensiones y viabilidad, relacionando incluso, el uso de materiales, que tanta utilidad supone para ofrecer un pronóstico de mediciones y un presupuesto detallado. Teniendo con ello, un control más preciso sobre el proyecto que suponen ser todo ventajas.
¿Cuál cree que debe ser la premisa más importante que debe aplicar un arquitecto?
No veo al arquitecto como una figura que deba dejar una impronta a nivel personal. El arquitecto es una herramienta más para llevar a cabo un proyecto específico para un determinado lugar y para una necesidad concreta. El lenguaje sí tiene que ser contemporáneo, y eso significa que los materiales disponibles para llevar a cabo el diseño arquitectónico, sean unos determinados y nos adaptemos. En la prehistoria se hacía uso de ramas y palos para hacer una cabaña y se construía con eso, y ahora, se utilizan otros elementos con más propiedades.
¿Podría considerarse un pensamiento, como algo transgresor en una sociedad donde la riqueza es una meta?
Ahora parece que si no hay un fin económico, no se pueden tener ideas. Pero al final las ideas siempre han surgido y surgirán al margen de una finalidad material, de hecho, cuántos libros y cuadernos repletos de ideas existirán y se habrán quedado sin ver la luz. Aunque se queden ideas sin materializar, siempre será importante ofrecer alternativas, porque nunca sabremos cuando dejarán de ser simples ideas y pasarán a ser realidad.
Proyectos que tratan de mejorar el entorno como, carreteras, hospitales, teatros, escuelas y en definitiva, edificios públicos que se desarrollan con una clara vocación de legar algo a la sociedad.
En su argot, ¿también se utiliza eso de menos es más? ¿Qué opinión le merece?
Por mi manera de proyectar y de pensar, es importante no abarcar mucho, porque los proyectos se tienen que construir y es mejor simplificar para poderlos llevar a cabo con calidad, porque no construimos solamente ideas, sino realidades. Hace años se derrochaban recursos con facilidad y no estaba bien, ni antes ni ahora. Incluso, al simplificar se puede calcular mejor la cantidad y la calidad de lo que se va a construir.
Por ejemplo, un niño pequeño cuando utiliza un juego de lego puede llegar a obtener un resultado verdaderamente complicado, utilizando solamente elementos muy pequeños, para obtener algo muy grande. El hecho de “ser menos es más”, no quiere decir, simplificar y reducir a lo mínimo y a lo abstracto, que a veces puede ser una trampa, a veces el minimalismo por el minimalismo no es tan poco el sentido de la expresión. Por ejemplo, en la construcción de la Torre Eiffel, intervienen pocos materiales y pocos elementos estructurales, pero sin embargo, el resultado final ha sido deslumbrante.
En el exterior del Museo Villa de Antiopa (Rincón de la Victoria)
¿Qué es indispensable que posea una vivienda que diseñe?
Todo tiene importancia en una vivienda. Al pasar más tiempo en estancias como el salón o la cocina, parece que tienen más importancia. Aunque los baños por ejemplo gozan de una vital relevancia, al igual que el resto de dependencias que configuran un hogar. Aunque por supuesto, quedo a merced de identificar lo que es importante para las personas que van a vivir en la vivienda en cuestión, ya que cada persona tiene un orden de prioridades diferente respecto a lo que puedan querer que posea su vivienda en concreto y mi trabajo se adecúa a lo que los clientes vayan buscando.
Lo que no quita, que me parezca interesante la función del patio, porque a nivel climático genera corrientes de aire internas, que refrescan la casa, es un lugar de convivencia, ilumina y supone ser un pequeño oasis dentro de la casa, con una reminiscencia al mundo árabe, que tan arraigado está en nuestra cultura.
¿Qué opina sobre la arquitectura de espectáculo?
Es verdad que los arquitectos deben tener una postura responsable cuando realizan el diseño de un proyecto. Y aunque la previsión y la buena organización puedan detectar las necesidades reales que puede haber a la hora de construir un edificio, la sostenibilidad y el sentido común nos obliga a realizarlo de la forma más austera posible, incluso si la necesidad no es tal, el gasto seguirá siendo superfluo e irresponsable, porque aunque traten de ahorrar, si el proyecto no ofrece soluciones ante una verdadera necesidad, siempre sería un despilfarro. El Museo Guggenheim puede relacionarse con este tema, al ser concebido con ese estilo tan particular.
¿En qué tipo de proyectos le gustaría colaborar?
Los que tienen un componente público suelen tener más libertad a la hora de idear. Porque en la proyección de viviendas hay más preconcepción y hay más miedo a la hora de arriesgar. Y es entendible, por estar en juego dinero e ilusión de carácter privado. Cualquier proyecto puede ser realmente un reto bastante ilusionante. Porque cuando las ideas al final encajan es una gran satisfacción.
¿Y en un futuro, en qué proyecto le haría ilusión poder participar?
Me parecería interesante, orientar la Arquitectura hacia la sostenibilidad. Algo que sea cien por cien sostenible. Pero esto requiere de una inversión que no todo el mundo está dispuesto a soportar, ni las propias constructoras cuentan siempre con la experiencia suficiente para materializar este tipo de proyectos.
Cuando se mira al espejo, ¿se siente orgulloso de lo que se ha convertido?
Tanto a nivel personal, como a nivel profesional, me siento orgulloso de lo que he conseguido; en cuanto a lo duro de encontrar salida profesional en el mundo de la arquitectura, realmente considero que he tenido suerte de contar con oportunidades que he sabido aprovechar, porque he currado bastante para ello y he salido de muchas encrucijadas y estoy contento por ello. Y todos los procesos tienen la parte positiva de crecer, aprender y explorar siempre nuevos caminos.
Aquí termina la entrevista, con las palabras recogidas a nuestro entrevistado Jaime Lucena González, pero antes de acabar nos gustaría incidir en la aportación de la Arquitectura a la sociedad a través de frases que han trascendido en la historia:
*Dicen que la arquitectura sobre el papel puede ser una manifestación, quizá la más tangible, de nuestra atracción como especie al imaginar mundos que no tienen porqué existir todavía. Anónimo.
*La belleza perece en la vida, pero es inmortal en el arte. Leonardo Da Vinci.
*La arquitectura debe hablar de su tiempo y su lugar, y a la vez, anhelar la eternidad. Frank Gehry.
*La arquitectura es el arte y la técnica de concebir, diseñar y construir edificaciones que funcionen como hábitat para el ser humano, ya sean viviendas, lugares de trabajo, de recreación o memoriales, de donde se desprende que es el arte de la construcción. Anónimo.
- La Arquitectura es el arte de organizar el espacio. Auguste Perret.