Así, se puso en contacto con Óscar Morales (Editorial Séneca) y con Rafael Valenzuela Jurado, redactor de Diario Córdoba y vecino de Posadas, para que éste presentara su libro «Antier», una obra que vio la luz a finales de 2017 y que se presentó en enero de 2018 en la localidad malena.
Morales, que ya ha estado en varias ocasiones en Fuente Palmera presentando otros libros, también estuvo con Valenzuela hace unos años en los Encuentros Literarios de Ochavillo del Río, donde presentaron «Años de picón y ditas», su primera obra. El editor palmeño comentó que su línea de trabajo suele ser con escritores noveles que se dedican a plasmar historias locales.
Seguidamente tomó la palabra el autor, quien recordó sus vínculos con La Colonia de Fuente Palmera cuando empezó de corresponsal en la comarca para el Diario Córdoba. De esos años conserva amig@s y una estrecha relación con esta tierra.
En «Antier», lo primero que llama la atención es el título. Se trata de una expresión que significa «antes de ayer», la cual todavía hoy se escucha de vez en cuando, sobre todo en personas mayores, y que era muy común en muchas zonas de Andalucía hace varias décadas.
Si en «Años de picón y ditas», Valenzuela contaba cómo era su infancia allá por los años sesenta del siglo pasado, ahora se detiene y enlaza con la etapa de su adolescencia durante la segunda mitad de los años setenta, coincidiendo con una época muy significativa de la historia de España como fue la Transición y la vuelta a la democracia.
En «Antier» narra, de forma amena y a través de recuerdos personales, las vivencias familiares y con amigos y compañeros de generación en esos momentos de cambios, libertades, esperanzas y ajustes a una nueva vida en el barrio de La Salud de Posadas. Unos cambios que pudieron ser similares a los de otro pueblo de la comarca, de la provincia o de Andalucía, señaló el autor durante la presentación.
En este libro Valenzuela cuenta cómo eran sus entretenimientos, sus estudios, sus preocupaciones, sus rutinas. Unas rutinas que se veían anualmente interrumpidas por la marcha a la emigración temporera de la vendimia de Francia como tantos cientos de andaluces y que tan indeleble huella ha dejado en el autor.
En esta obra posiblemente se vean reflejados muchos de aquellos chiquillos a los que dijeron que tendrían que consolidar el país libre cuyos cimientos se ponían a su alrededor de una manera vertiginosa.
No faltan en “Antier” escenas de la vida cotidiana. El día a día de un pueblo que como todo a su alrededor, fue adaptándose a esa nueva manera de ver la vida tras alzarse, aparentemente de un día para otro, la persiana de la libertad para que empezara a entrar una luz cargada de tonalidades distintas y un viento lleno de sugerentes efluvios. Luces, olores, sonidos, cambios, libertades y esperanzas que también ocurrieron en Posadas y que en “Antier”, de una manera singular y desde la óptica de un adolescente, se pueden volver a vivir.
La presentación de «Antier» en Fuente Palmera, este 24 de octubre de 2019, coincidió con la noticia del día a nivel nacional: la exhumación del dictador Franco del Valle de los Caídos. Esta circunstancia dio pie al autor para leer textualmente un fragmento de uno de los capítulos donde se hace referencia a la muerte del general:
…un «ya era hora» que, según me han contado después, fue la frase que apareció escrita la misma madrugada en que murió el general con unas enormes letras en la pared de la lonja de la iglesia y que, como es natural, fue rápidamente eliminada de la vista de los transeúntes por las autoridades todavía franquistas del momento. Había sido demasiado alto el peaje que se había tenido que pagar y demasiado largo el trayecto que había tenido que transitarse hasta llegar a aquel punto como para no merecer su celebración, aunque todavía fuera en secreto, por quienes venían luchando por recuperar la libertad.
Del momento de la muerte de Franco apenas recuerdo lo que supongo que la mayoría de las personas de mi generación, los cinco o seis días sin clase que nos propició la noticia y, que durante varios cursos las clases lucieran unos carteles en los que se podía leer el último discurso del finado general y el primero de su heredero en el poder, el ya rey Juan Carlos I.
Una vez finalizada la presentación, Quique González dio paso al segundo acto de la jornada, la actuación de la cantautora de Écija, Jarana Blackflower, que animó al público con sus composiciones, su energía y su guitarra.
Finalmente, el Ayuntamiento entregó a los invitados unos obsequios por su colaboración y Rafael Valenzuela firmó y dedicó varios ejemplares de su libro a las personas que lo adquirieron.
«Antier» se puede comprar, tanto la versión impresa como la digital, en el siguiente enlace:
http://www.editorialdharana.com/catalogo/antier?sello=seneca