El presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, ha explicado que el sector ha pasado «por una primavera y un verano marcados por la crisis del Covid-19 y los bajos precios agrícolas y ganaderos».
Además, subraya que «el nuevo año agrícola se presenta marcado por la evolución de la pandemia, la crisis de rentabilidad en la mayoría de las producciones, la reforma de la PAC, los acuerdos internacionales y la incidencia del clima en nuestras explotaciones».
Frente a ello, los titulares de las explotaciones agrícolas, ganaderas, cinegéticas y forestales han demostrado durante todos estos meses que «son solidarios y esenciales y que su principal función es producir alimentos suficientes al conjunto de la población, lo cual no debe olvidarse pues se trata de una primera necesidad».
En este sentido, Fernández de Mesa considera necesario que con las competencias que tienen los ayuntamientos, «la mejor forma de demostrar cada Consistorio su apoyo al campo de su municipio es realizar una bajada del IBI de rústica, lo que beneficiará directamente a la actividad desarrollada por miles de agricultores en forma de reducción de impuestos».