Como preámbulo al espectáculo teatral, el alcalde de Fuente Carreteros, José Manuel Pedrosa, dedicó unas palabras al público que abarrotaba la plaza, recordando las múltiples actividades celebradas en torno a la efemérides, que han servido indiscutiblemente para que l@s vecin@s y, sobre todo, los más jóvenes, conozcan la historia y raíces de su pueblo y del fenómeno de la colonización.
Pedrosa habló del legado cultural y social que pervive en Fuente Carreteros, como las tradiciones (Baile de Los Locos, los Huevos Pintados) o apellidos como Morello, Tristell, etc. Igualmente mencionó los reconocimientos que los 5 pueblos cordobeses colonos y los 16 pueblos colonos en su conjunto han recibido a lo largo de este último año, como el más reciente Premio Andalucía de Turismo 2018. José Manuel Pedrosa también se refirió al innato espíritu luchador de un pueblo que quiere ser dueño de su destino, reivindicando la segregación y poniendo como ejemplo que ya en 1773 quedó constancia de la existencia de un alcalde de Fuente Carreteros,
púes en los archivos de la Parroquia de La Carlota hay un certificado que indica que en ese año se casa Juan Bautista Yamuza y en el acta de matrimonio aparece que era el alcalde.
Seguidamente, Manolo Dugo, de la Asociación Cultural Ramón de Beña, interpretó una canción acompañado de su guitarra, dando paso al comienzo de la obra de teatro ante la presencia de unas 600 personas. El público no sólo abarrotaba la plaza, sino sus laterales, tanto de pie como en los veladores del Bar Chiri El Morcilla.
‘El puerto de la felicidad’ es una representación itinerante que ha recorrido los cinco pueblos colonos de la provincia de Córdoba. Se estrenó en Ochavillo del Río, siguió en La Carlota, San Sebastián de los Ballesteros y Fuente Palmera, terminando ahora en Fuente Carreteros.
Se trata de un proyecto que ha estado madurándose durante dos años y que finalmente ha visto la luz debido al patrocinio de la Diputación Provincial de Córdoba. La compañía cordobesa profesional Scena 13, con su director a la cabeza, ha creado este espectáculo teatral que no es una recreación histórica, 
sino una aventura inspirada en ciertos acontecimientos reales, muchos de ellos deformados en favor de la acción dramática. La obra se centra en los orígenes de la colonización, de cómo se fraguó el acuerdo para que 6.000 ciudadanos centroeuropeos vinieran a España, las vicisitudes del viaje y la llegada y asentamiento de los colonos en el conocido como Desierto de La Parrilla. De fondo, la historia de superación y la ilusión de estos por ver crecer espigas en una tierra que nunca se lo puso fácil.
Nueve actores y actrices conforman el elenco de ‘El puerto de la felicidad’, la mayoría de ellos con dos, tres y cuatro papeles diferentes a lo largo de la obra.
Destacar que el propio director de la obra, Juan Castilla, ejerció como actor en Fuente Carreteros ante la ausencia de Esteban Jiménez. La modelo y actriz cordobesa Eva Pedraza encarna a Theresia, una mujer alemana que se embarca en la aventura junto a su familia, los Mayer. Figuras claves en el fenómeno de la colonización no podían faltar en este trabajo. El rey Carlos III y Fernando de Quintanilla están interpretados por José Ruiz; el superintendente Pablo de Olavide por José Manuel Quero; al ministro Múzquiz le da vida Juan Castilla; Campomanes es Rafa Blanes; y Johann Kaspar Thürriegel es Francisco Cantalejo. El resto del reparto lo componen Laura Pacheco, Victoria Castillo y Eduardo M. Clavería.
Por otra parte, hay que mencionar el asesoramiento histórico de la investigadora Maribel García Cano, cronista oficial de Ochavillo e hija adoptiva de La Colonia, a través de su libro El gran proyecto ilustrado de Carlos III y Olavide. El también cronista de La Carlota, Adolfo Hamer, ha colaborado con el proyecto.
Durante la representación, hubo alusiones directas a tradiciones y costumbres colonas, algunas de ellas arraigadas y que fueron traídas por los primeros colonos, caso de los huevos pintados o el pavo con fideos (San Sebastián de Los Ballesteros). También se nombró a La Carlota, la Piedra Losa (Peñalosa) y a Ochavillo del Río, haciéndose un guiño a este último y a su Miércoles de Ceniza con una escena cómica donde tres personajes se tiran harina.
Sin embargo, ya que la obra se estaba representando en Fuente Carreteros, esperábamos alguna referencia explícita al Baile de Los Locos, pero el guión siguió su curso tal como vimos en Ochavillo del Río y Fuente Palmera. La única presencia de la tradición folclórica la puso uno de los jóvenes componentes de Los Locos, concretamente el que encarna a La Loquilla, que se sumó al grupo de figurantes locales al final de la representación. En este sentido, hay que destacar la participación de este conjunto de vecinos y vecinas de Fuente Carreteros, que actuaron en el papel de aquellos colonos que embarcaron y arribaron a España, llegando finalmente a su destino tras un duro y cruel camino en muchos casos.
La obra termina con la fiesta de fundación de Fuente Carreteros y la boda de Mathías y Anna. Y con una frase muy significativa de Theresia (Eva Pedraza): «Thürriegel nos engañó casi en todo, pero tenía razón en que encontraríamos el puerto de la felicidad».
El público premió con sus aplausos durante y al final de la obra, reconociendo el trabajo de actores, actrices y figurantes. Se oyeron comentarios positivos sobre la representación, valorando también las escenas de humor, como la de la recepción a los colonos en el puerto de Málaga.
