Unas trescientas personas se dieron cita en la Plaza Real desafiando a una fría noche de sábado que quizá echó para atrás a más de un@. El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Fuente Palmera, Quique González, acompañado por el director de la obra, Juan Castilla, presentó el acto. ‘El puerto de la felicidad’ es una representación itinerante que está recorriendo los cinco pueblos colonos de la provincia de Córdoba. La semana pasada se estrenó en Ochavillo del Río, el próximo día 15 estará en La Carlota, el 21 de julio en San Sebastián de los Ballesteros y el 28 de julio culminará su periplo en Fuente Carreteros. 
Se trata de un proyecto que ha estado madurándose durante dos años y que finalmente ha visto la luz debido al patrocinio de la Diputación Provincial de Córdoba. La compañía cordobesa profesional Scena 13, con su director a la cabeza, ha creado este espectáculo teatral que no es una recreación histórica, sino una aventura inspirada en ciertos acontecimientos reales, muchos de ellos deformados en favor de la acción dramática. La obra se centra en los orígenes de la colonización, de cómo se fraguó el acuerdo para que 6.000 ciudadanos centroeuropeos vinieran a España, las vicisitudes del viaje y la llegada y asentamiento de los colonos en el conocido como Desierto de La Parrilla.
De fondo, la historia de superación y la ilusión de estos por ver crecer espigas en una tierra que nunca se lo puso fácil.
Nueve actores y actrices conforman el elenco de ‘El puerto de la felicidad’, la mayoría de ellos con dos, tres y cuatro papeles diferentes a lo largo de la obra. La modelo y actriz cordobesa Eva Pedraza encarna a Theresia, una mujer alemana que se embarca en la aventura junto a su familia, los Mayer.
Figuras claves en el fenómeno de la colonización no podían faltar en este trabajo. El rey Carlos III y Fernando de Quintanilla están interpretados por José Ruiz; el superintendente Pablo de Olavide por José Manuel Quero; al ministro Múzquiz le da vida Esteban Jiménez; Campomanes es Rafa Blanes; y Johann Kaspar Thürriegel es Francisco Cantalejo. El resto del reparto lo componen Laura Pacheco, Victoria Castillo y Eduardo M. Clavería.
Por otra parte, hay que mencionar el asesoramiento histórico de la investigadora Maribel García Cano, cronista oficial de Ochavillo e hija adoptiva de La Colonia, a través de su libro El gran proyecto ilustrado de Carlos III y Olavide. El también cronista de La Carlota, Adolfo Hamer, ha colaborado con el proyecto.
Pero en esta gran obra no podía faltar la presencia colona, por lo que un buen número de vecinos y vecinas han actuado como figurantes, encarnando a un nutrido grupo de colonos que son convencidos para llegar a su «puerto de la felicidad». La mayoría de ellos han sido miembros de la Asociación de Mayores San Isidro Labrador y de la Compañía Ilusión, que una vez más han demostrado su colaboración y compromiso con la cultura. 
Durante la representación, hubo alusiones directas a tradiciones y costumbres colonas, algunas de ellas arraigadas y que fueron traídas por los primeros colonos, caso de los huevos pintados o el pavo con fideos (San Sebastián de Los Ballesteros). También se nombró a La Carlota, la Piedra Losa (Peñalosa) y a Ochavillo del Río, haciéndose un guiño a este último y a su Miércoles de Ceniza con una escena cómica donde tres personajes se tiran harina. Sin embargo no hubo ninguna referencia a Los Locos de Fuente Carreteros.
La obra termina con la fiesta de fundación de Fuente Palmera y la boda de Mathías y Anna. Y con una frase muy significativa de Theresia (Eva Pedraza): «Thürriegel nos engañó casi en todo, pero tenía razón en que encontraríamos el puerto de la felicidad».
Si no pudieron asistir el sábado a esta representación teatral, le recomendamos lo hagan a La Carlota, San Sebastián de los Ballesteros o Fuente Carreteros.
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