Esta campaña se encuentra incluida en el programa de actividades del verano que dicha Asociación está llevando a cabo durante los meses de junio, julio y agosto en colaboración con la Diputación Provincial y el Colegio de Médicos de Córdoba.
La campaña se basa en las recomendaciones dictadas por el Dr. Bernabé Galán ( presidente del Colegio de Médicos de Córdoba) y están dirigidas especialmente a las personas mayores, uno de los colectivos más vulnerables a las altas temperaturas.
Estas recomendaciones, se trasladarán a los mayores en formato díptico con más de 500 documentos que serán repartidos por la junta directiva de El Tamujar.
Además, también se hará campaña en las redes sociales y a través de nuestro periódico digital “Fuente Palmera Información”.
Aparte de esta campaña de sensibilización, la Asociación de Mayores también ha organizado una serie de actividades lúdicas para este trimestre estival, volviendo a recuperar el programa “En verano nos vamos a la playa” que a partir del domingo día 2 de julio, dará la posibilidad a los mayores de disfrutar de un día de playa a un módico precio y que continuará los domingos 16 y 30 de Julio, visitando diferentes playas del litoral andaluz.
También el próximo día 30 de junio se organizará una actividad literaria con la presentación de la nueva novela de Silvia Cálinquer, Silencio Efímero. Asimismo, se retomará el “Taller de Asociacionismo”, dirigido a la junta directiva, y se llevarán a cabo algunas actividades que aún están por determinar.
Hasta el momento, en este mes de junio, la Asociación ha asistido a una novillada de las Escuelas Taurinas, a la Gala de Radiolé y al Festival Flamenco en Dos Hermanas y se ha disfrutado de una semana de vacaciones en la ciudad de Benidorm.
A continuación, les dejamos las recomendaciones de D. Bernabé Galán y aconsejamos que las lean atentamente:
Se aproxima el verano y con él, las temperaturas extremas, por lo que habrá que tener cuidado con el calor y protegernos de él para evitar la deshidratación. Asimismo, para que no se nos agraven las enfermedades crónicas y sobre todo para evitar el golpe de calor.
Hay varios grupos de personas que son especialmente sensibles al calor como son los mayores de 65 años y los que viven solos, los dependientes en su vida diaria, personas con enfermedades crónicas y tomando medicación, quienes tienen fiebre y/o patología aguda, otros que tienen dificultad para adaptarse al calor y en el otro extremo de la edad, los lactantes y menores de cinco años.
Como norma general para luchar contra el calor es preciso, en las horas de mayor temperatura, beber mucha agua y zumos de fruta, refrescarse y descansar en lugar fresco, abandonando toda actividad al aire libre.
Las personas mayores son más sensibles al calor debido a que tienen disminuida la capacidad para regular la temperatura, producen menos sudor que los jóvenes, su temperatura corporal puede subir más deprisa, se adaptan peor a las altas temperaturas, la piel es más fina y más sensible a los rayos del sol, tienen enfermedades crónicas que agravan los efectos del calor, y también porque pueden tener problemas de memoria o de comportamiento o dificultad para orientarse y no son capaces de poner remedio a necesidades tan básicas como la sed o la sensación de calor excesivo.
Hay otras situaciones que se presentan en las personas mayores que acrecientan el riesgo al calor como puede ser el vivir en soledad y aislamiento social o bien en una vivienda difícil de refrigerar o que no tenga sistema de refrigeración.
Pero, ¿qué hay que hacer cuando sube mucho la temperatura ambiental? En resumen, hay que hacer cinco cosas: protegerse del calor, mantenerse fresco, beber y comer adecuadamente, consultar a los servicios sanitarios y tener en cuenta ciertos síntomas de alarma.
Para protegernos del calor, no saldremos a la calle en las horas más calurosas y si salimos procurar ir por la sombra y con la cabeza protegida con gorra o sombrero y usar vestidos ligeros amplios y de color claro; también llevar siempre una botella de agua consigo y en casa cerrar las ventanas y las cortinas en las fachadas en las que da el sol y se abren por la noche cuando refresca para facilitar el paso del aire fresco.
Precisamente para mantenernos frescos debemos permanecer en el interior de nuestro domicilio en una habitación fresca o bien poner en marcha el aire acondicionado; durante el día ducharnos o bañarnos varias veces en incluso humedecer la ropa.
Se debe beber abundante cantidad de líquidos, especialmente agua y zumos de fruta, leche o gazpacho y no consumir bebidas alcohólicas, tampoco se debe abusar del té o el café y comer abundante fruta y verdura repartidas a lo largo del día en cantidades moderadas, no se debe comer alimentos calientes pesados y abundantes y no dejar los alimentos fuera del frigorífico para evitar infecciones por alimentos en mal estado.
Ante cualquier duda se debe consultar a la enfermera, al médico o al trabajador social y si se nota mal debido al calor, pida ayuda y préstela a los demás si conoce que se encuentran mal. Incluso debe notificar a las sanitarias la existencia de personas que viven solas o en viviendas mal acondicionadas.
Hay que prestar especial atención si se observan náuseas, dolor de cabeza fuerte, mucho cansancio, fatiga, sed intensa, calambres en las piernas, brazos o vientre, piel caliente o temperatura muy alta, convulsiones o agitación no habitual por las noches.
Si observamos alguno de los síntomas antes mencionados debemos actuar de inmediato avisando a los servicios de urgencia 112 ó 061 y mientras llega la ayuda volvemos a la persona tumbada en lugar fresco con los pies algo elevados y le aplicaremos paños frescos y mojados y se le abanicará y se le darán pequeños sorbos de agua.