Para ello, es imprescindible que haya jóvenes que tengan interés en aprender la danza, por lo que se creó hace 
algunos años la Escuela Municipal de Locos, cuyo monitor es Alfonso Rodríguez. En este mes de noviembre han comenzado los ensayos en la Casa Grande, los lunes y miércoles de 4 a 5 de la tarde. Los jóvenes inscritos tienen entre 10 y 13 años, algunos de ellos están desde el primer año que se puso en marcha y otros son nuevos. Actualmente, son nueve los niños y niñas que componen la escuela. Como danzantes están Antonio, Samuel, Saúl, Noemí, Verónica y Dylan. Y en los instrumentos tenemos a Carlos, que toca el pandero, Omar, con los platillos, y Ainhoa con la carrasquiña.
Alfonso nos comenta que ha llegado a tener a alumnos de menor edad que estos, pero «que parece que se aburren más y dejan de venir, aunque pueden apuntarse de todas 
las edades». Una vez pasado el 28 de diciembre, la escuela se paraliza hasta la próxima temporada, pero Alfonso, ya por iniciativa propia, convoca a los alumnos de vez en cuando para seguir ensayando y que no se les olvide lo aprendido.
La idea de crear la escuela «fue un poco de todos, de los que bailamos actualmente, del ayuntamiento, etc., porque estamos viendo que esto se está perdiendo un poco, los niños no tienen tanta ilusión como había antes y el objetivo es que la tradición perdure, que los jóvenes vayan entrando poco a poco y los mayores se vayan retirando, porque bastante llevan ya bailado. Toca renovar, que los veteranos pasen a la reserva por si hay que tirar de ellos en un momento dado. Alfonso puso especial énfasis en montar la escuela 
porque él ha bailado desde pequeño y lleva muy por dentro El Baile de los Locos. De hecho, siempre ha sido el monitor, aunque ha contado con ayuda de amigos, excompañeros y compañeros de la locada.
Respecto al método de enseñanza, lo primero es saber qué quieren hacer los niños, si bailar o tocar algún instrumento. Hay algunos que prefieren sólo aprender a tocar alguno de los instrumentos. Por el contrario, el que baila también se interesa y acaba aprendiendo a tocar la carrasquiña, el pandero o los platillos. En cuanto al baile propiamente dicho, «lo primero es la colocación, a continuación enseñarles los pasos poco a poco, porque al principio se aturullan mucho y hay que estar machacando una y otra vez. Es lógico que en los inicios se le traben las piernas, 
sobre todo cuando empiezan a tocar las castañuelas a la misma vez que bailan. Parece desde fuera que es complicado, pero si vienen a todos los ensayos y le echan ganas, al final acaban asimilando sin problemas. Otras veces pierden el interés y pasan de mí».
Alfonso señala que «es posible que este año participe en el baile alguno de los niños de la escuela, ya que parece que vamos a tener un par de bajas entre los que habitualmente bailamos». En 2013 ya entró uno de los alumnos en el grupo de danza del 28 de diciembre y unas semanas antes, hasta dos alumnos participaron en la representación del baile que se hizo con motivo de la grabación del programa de Canal Sur «Este es mi pueblo». En definitiva, los jóvenes «saben bailar, no están tan 
sueltos como los mayores pero están perfectamente preparados para interpretar las tres danzas que tenemos, que tienen sus variantes, aunque básicamente son similares».
Por último, avanzar que la edición de este 2014 del Baile de los Locos presenta como gran novedad la celebración de un concurso de escultura de pequeño formato. Este certamen, organizado por la Asociación Cultural Haciendo Camino, va destinado a personas de todas las edades. La temática de las obras versará sobre la Danza de los Locos. El estilo y la técnica serán libres, con cualquier material que estime oportuno el autor, aunque sin sobrepasar los 50 centímetros en ninguna de sus medidas(altura, anchura, profundidad). Las obras se presentarán en mano el domingo 28 de diciembre de 9 a 11 de la mañana en el puesto de control instalado en la plaza por la asociación. De 11 a 2 del mediodía estarán expuestas y a las dos y media fallará el jurado. Habrá 600 euros en premios. El primero será de 300 euros, concedido por el Ayuntamiento de Fuente Carreteros. El segundo y tercer premio, otorgados por la Asociación Haciendo Camino, serán de 200 y 100 euros respectivamente. Las obras premiadas pasarán a ser propiedad de estas entidades.
