Las primeras creaciones con crochet en el seno del colectivo de mujeres se remontan a finales de 2023, cuando elaboraron los adornos del árbol de Navidad de césped artificial que instalaron en la plaza. Para el siguiente año, ese árbol ya fue todo con crochet.
Así se dio pie a que se establecieran unos talleres específicos, los lunes y los martes durante dos horas con la idea de mantenerlos en el tiempo. Igualmente, las mujeres estaban algo cansadas de hacer otras manualidades, como las flores de papel, etc., y algunas de ellas tenían bastantes conocimientos en tejer.
La presidenta de la Asociación, Ana Reyes, explica que otro de los objetivos de los talleres era que «las mujeres salieran de la rutina de la casa y desconectaran durante más rato de los niños, nietos, del cuidado de las personas mayores, etc.»
De esta manera, en enero comenzó la confección de las mandalas y a día de hoy disponen de unas 400, de las ya hay puestas en la calle Écija sobre 300. Además de las veinte participantes en el taller, ha habido familiares de socias de otros sitios, como Palma del Río o Valencia, que atraídas por la iniciativa se animaron a colaborar.
Al principio, las mujeres traían por su cuenta la lana y materiales, pero cuando el taller fue tomando auge la Asociación pasó a asumir los gastos. Las participantes se fueron motivando entre ellas -por no llamarlo pique-. Si bien la propuesta inicial era hacer una exposición, al ver el volumen de mandalas tuvieron la idea de colgarlas en la calle Écija, junto a la plaza.

«No pensábamos llenar ni media calle», comenta Ana Reyes, «pero la creatividad y las ganas han sido extraordinarias, son unas verdaderas manitas, pues hacen monederos, muñecas… y quiero destacar la diversidad de las mandalas, geométricamente perfectas como se ve en las sombras sobre la pared e incluso algunas que describen paisajes».
No obstante, cuando pase la feria tendrán que retirarlas porque la acción del sol las deteriora. Eso les pasó con el árbol de Navidad y era invierno. Posiblemente se guarden para el año que viene o se expondrán en algún sitio.
Por otro lado, tienen una figura de una gitana de crochet que ha elaborado una participante, que también ha servido de portada del libro de feria, la cual quieren colgar también delante de las mandalas. Es una forma asimismo de darle visibilidad a su enorme trabajo todo este año.
Desde la Asociación agradecen al Ayuntamiento de Fuente Palmera la colaboración en el montaje de la estructura metálica principal que sirve de sostén a las mandalas, aunque luego han tenido que reforzar el interior con la ayuda de otros vecinos de La Ventilla, porque es verdad que pesa bastante pese a que no lo parezca.
La presidenta, Ana Reyes, también ha querido «agradecer a todas mis socias, que sin ellas esta asociación no sería posible… Por el apoyo que he tenido desde el primer momento y sentirme tan arropada por todo el pueblo, muy especialmente por apoyarme en cada locura que se me ocurre y ellas sin dudarlo a todo me dicen que sí, os quiero muchísimo».
El grupo de crocheteras, con más o menos participación, han sido: Luisa Robles, Pepa Gómez, Teodori Martínez, Valle Martínez, Loli Curado, Toñi Cobos, Nidia Roselló, Toñi Ruiz, Ana Aguayo, Rosi García, Mari Peñascal, Ani Pérez, Toñi Sánchez, Ani Gómez, Chari Rivero, Rosi Carmona, María Guisado, Valle Gómez, Antonia Martínez y Teodorita Gómez.