La Plaza Real de Ochavillo del Río acogió este sábado 7 de junio los actos festivos e institucionales del XVII aniversario de la fundación de la ELA. Un 3 de junio de 2008 fue cuando la localidad colona se declaró entidad local autónoma.
Las actividades comenzaron a mediodía con un tobogán acuático y cañón de espuma gratuito para los más peques. La barra, a cargo de la AMPA Maestro Alfonso Dueñas, comenzó también a funcionar con servicio de bebida y comida.
Por la noche, el presidente de la ELA, Manuel Arjona, abrió el acto institucional recordando a todas las personas que lucharon en su día por la entidad local, en especial por las que ya no están. Le acompañaron en el escenario la vocal del PSOE, Nuria Poley, y la vocal de IU, Jennifer Mora.
A continuación se pasó al acto de reconocimiento, comenzando por el ochavillero de mayor edad, Ramón Martínez Mengual, de 91 años, cuya biografía la leyó Jennifer Mora.
Ramón nació en La Peñalosa un 12 de marzo de 1934 y fue el penúltimo de siete hermanos. Trabajó toda su vida en el campo. A los 26 años se casó con Antonia García Arroyo, matrimonio del que nacieron sus cuatro hijos, Carmen, José, Juan y Antonio.
Como muchos de aquella época, tuvieron que emigrar a Alemania. A su vuelta se establecieron en La Parrilla y fue en 2001, teniendo Ramón 67 años cuando se vinieron a vivir a Ochavillo.
Ramón tiene 9 nietos y 3 bisnietos. Es un hombre amable, servicial, que siempre tiene una buena palabra y una sonrisa para quien se cruza con él; le encantan los pájaros y andar y en más de una ocasión se ha marcado un pasodoble en la plaza.

Ramón Martínez
El siguiente homenaje fue el de Ana Sánchez Hens como ochavillera de mayor edad, también con 91 años. Leyó su expediente Nuria Poley. Conocida en el pueblo como Anita, nació un 5 de septiembre de 1933. Como curiosidad fue inscrita en el registro como Brígida.
Fue la tercera de 8 hermanos. En 1958 se casó con Pedro Sánchez Castell, vecino de La Herrería, que nos dejó por desgracia recientemente. Tuvieron 6 hijos: Antonia, Pedro, Ana, Conchi, Alfredo y Miguel Ángel.
Siempre ha sido una madre muy atenta, cariñosa y apegada a su familia, teniendo una buena relación con todos sus hermanos y vecinos. En su juventud tuvo la oportunidad de aprender a escribir y leer. En sus ratos libres le ha gustado coser, pintar y hacer crochet.
Trabajó en el campo principalmente, aunque también emigró algunas temporadas a Gerona trabajando como pinche de cocina. Más las labores de tantas mujeres como ama de casa y madre, sosteniendo el hogar. Actualmente tiene 12 nietos y 6 bisnietos.

Ana Sánchez con su familia
El tercer reconocimiento fue al deportista del año, recayendo en la figura de Antonio Arroyo Arribas «El cabrero», una persona que ha hecho del deporte una forma de vivir, con pasión y entrega día tras día. Su expediente lo abordó Manuel Arjona.
Natural de Villalón y ochavillero de acogida, su trayectoria futbolística comienza a los 10 años cuando se incorpora al CD Fuente Palmera. Un año después empieza a compaginar el fútbol con el balonmano, deporte que practicaba en el Colegio Federico García Lorca bajo la dirección de Antonio Reyes.
Cuando estaba en segundo año de cadetes tomó la decisión de centrarse solo en el fútbol, demostrando un compromiso constante y una gran evolución. Más tarde jugó al fútbol sala con equipos como La Amalgama, Panificadora Barrientos Posadas FS y La Cabra, cosechando en este muchos títulos y torneos. En los últimos años ha ejercido de entrenador en diferentes categorías del CD Colonia de Fuente Palmera.

Antonio Arroyo
El cuarto galardón de la noche fue para Crenes Servicios Agrícolas, empresa del año, cuyo fundador es Antonio Jesús Crenes Martínez, de 34 años. Leyó su historia Nuria Poley.
Antonio ha sido siempre una persona muy trabajadora. Empezó con 16 años y desde entonces ha sido camarero, albañil y encargado del mantenimiento de fincas. Desde pequeño estuvo vinculado a las labores agrícolas ayudando a su padre con un tractor y una empacadora que tenían en casa.
A principios de 2019 decide emprender su propio camino y fundar su empresa, dedicada a prestar todo tipo de servicios agrícolas. Con seriedad y compromiso, ha ido creciendo en estos años como resultado de la dedicación y el esfuerzo de Antonio y de sus trabajadores. Destacar a nivel personal lo servicial y cercano que es con las personas con las que trata diariamente, además de buen hijo, padre y pareja.

Antonio J. Crenes
El quinto y último reconocimiento, quizá el más emotivo de la noche, fue el de hija adoptiva para Rosa María Adame Moro, trabajadora de la ELA durante 13 años y medio, desde diciembre de 2010 hasta mayo de 2014, ejerciendo los puestos de administrativa, auxiliar administrativa y secretaria-interventora en su última etapa. Leyó su expediente Manuel Arjona.
Mujer trabajadora, entregada, generosa, ejemplar esposa y madre, y sobre todo, un ser humano que ha sabido dejar una huella imborrable en el corazón de Ochavillo del Río. Así la definió el presidente de la ELA, con el que compartió casi dos años de trabajo. También tuvo unas palabras para ella a través de un vídeo la anterior presidenta, Aroa Moro.
Su implicación ha sido total, compartiendo con vecinos y vecinas alegrías, retos, despedidas, ilusiones y sueños. Siempre dispuesta a ayudar, siempre con una sonrisa, siempre con el corazón en la mano. Hasta que sus ojos no aguantaron más y la doctora le dio la baja de forma obligatoria.
Rosa, acompañada de su familia y amigos en la plaza de Ochavillo dedicó unas palabras de agradecimiento a todo el mundo señalando que este reconocimiento era uno de los mayores honores de su vida. «He trabajado con y para vosotros, siempre desde el respeto, la cercanía y la voluntad de construir juntos un lugar mejor para vivir», apuntó.

Rosa Adame
La fiesta del XVII aniversario la cerró la gran Orquesta Milenium y DJ Albert Rivera.