El Ayuntamiento de Fuente Carreteros ha inaugurado este viernes el Mayo Cultural, una actividad que se incorpora este año al calendario municipal de eventos con una variada programación.
Así, tras la exposición, el jueves 22 a las 19.30 h. se reanuda el ciclo con la presentación del libro, «Amores de una vida», de José Espejo Arévalo. El viernes 23 continúa con una exposición de pintura de 6 a 9 de la tarde en la Plaza.
El sábado 24 de mayo (19.00 h.) tendrá lugar la obra de teatro, «Una misión muy espacial», a cargo de la compañía Uno Teatro. Para el domingo 25 está prevista una jornada de senderismo en Hornachuelos y el jueves 29 finalizará con un viaje a la feria de Córdoba. (Más información aquí)
Carmen Hidalgo: «El enfoque de la exposición es puramente histórico e informativo»
La exposición sobre la Segunda Guerra Mundial y el Tercer Reich se podrá visitar también este sábado y domingo de 18.30 a 21.30 h. En ella se exponen artículos y objetos de la colección privada de unos 3.000 elementos de Carlos Armada Bocero, un vecino de Posadas -con familia en Silillos-, de 44 años.
La concejala de Cultura, Carmen Hidalgo, explica que el motivo de realizar este tipo de exposición es únicamente «histórico e informativo, pues hay mucha gente que desconoce lo que pasó y lo que significó uno de los episodios más crueles de la historia de la humanidad, la Alemania nazi; y quien olvida su historia está condenado a repetirla, como dice la célebre frase».
«Por supuesto, en ningún caso se hace apología o se comparten los ideales de lo expuesto; esperamos que no cree controversia, puede haber gente que la encaje mejor que otra, pero insisto en que es solo coleccionismo, creemos que todos estos objetos pueden despertar curiosidad, son antigüedades y tienen su valor», apunta la edil.

Carlos Armada nos cuenta que es la primera vez que la colección sale del ámbito privado. Un 85% de la misma protagoniza la exposición de Fuente Carreteros.
En ella podemos ver desde balística de cualquier calibre de ambos ejércitos (alemán y soviético y aliados) hasta cubertería y menaje utilizado por los altos círculos del Tercer Reich, pasando por documentación, libros, pasaportes, diplomas, discos de marchas militares y de mítines del führer, monedas, insignias, bisutería, etc., y hasta un traje de aviador americano.
Como artículo único que posee solo Armada, encontramos una placa de Adolf Hitler que arrancó de un búnker de la región de Ardenas, fronteriza con Bélgica, Luxemburgo y Francia, escenario de la famosa batalla del mismo nombre. «Es tal su singularidad que me lo han querido comprar coleccionistas con grandes colecciones», afirma.

Este vecino de Posadas lleva muchos años aficionado a la historia, sobre todo a la bélica, leyendo libros e investigando. Por circunstancias de la vida, tuvo que marcharse a trabajar al extranjero, residiendo en varios países de Centroeuropa, entre ellos Alemania.
Un buen día le regalaron un detector de metales y empezó a recorrer los bosques y escenarios germanos de la Segunda Guerra Mundial. La afición se convirtió casi en adicción.
Además, en Alemania hay bastante permisividad a la hora de buscar restos de la guerra, porque así y siempre respetando la naturaleza, se descontamina el suelo de la inmensa cantidad de metales que aún quedan. «A mí se me dio el caso hace un año, precisamente en las Ardenas, que detecté tres bombas, una que estaba desactivada y dos que la policía tuvo que detonar».
Paralelamente comenzó a frecuentar rastros y mercados, descubriendo la amplitud del espíritu coleccionista en el país teutón y llamándole la atención los objetos del Tercer Reich por su laboriosidad. El Tercer Reich fue el nombre del régimen nazi en Alemania entre 1933 y 1945. Tres años después su colección tiene bastante empaque.
Por último, reitera y deja claro que con su colección «para nada se hace apología, es simplemente afición a la historia, de hecho también hay artículos americanos, lo que pasa es que la propaganda nazi fue tal que en todo estaba presente su simbología».