Belmonte, que hacía unos diez años que no venía a Fuente Palmera, lo hizo acompañado por el modelo malagueño José Luis Caparrós, y realizó la visita junto al concejal y técnicos de Cultura, Quique González, Rubén Ruiz y Minerva Aguilar, y el escultor de Peñalosa, Marcos Mengual.
Como ya informamos hace unos meses, el Consistorio pretende restaurar y poner en valor el conjunto de las esculturas existentes con vistas al turismo y disponer de una oferta cultural de gran nivel.
Belmonte se sorprendió de la conservación de un extenso número de esculturas, lo cual no es nada habitual en ningún pueblo, al mismo tiempo que le dio cierta pena de que haya algunas prácticamente tiradas en el suelo, como son las del último tramo del bulevar, con la riqueza patrimonial que supone el legado que dejaron los tres simposium y el caché cultural y escultórico que le pueden proporcionar al municipio.
El escultor cordobés coincide con la Delegación de Cultura en distribuir las estatuas por todas las aldeas y establecer una ruta guiada. En cuanto a la restauración, en la que podría participar Marcos Mengual, Belmonte es partidario de utilizar mármol y acero corten para aumentar su resalte. Respecto a la altura, que no se usen pedestales muy grandes. En relación a su estado, se las esperaba bastante peor después de veinte años y no haber hecho prácticamente nada en su mejora.
Quique González señala que muchas de las esculturas gozan de un valor añadido porque sus autores han alcanzado gran fama en los años posteriores a los simposium de Fuente Palmera, siguiendo además una línea creativa similar a la que iniciaron con las estatuas que esculpieron en nuestra localidad. Y afirma que «con el asesoramiento de José Manuel Belmonte damos un paso más en este proyecto de recuperación».
Belmonte también se detuvo ante la estatua de Carlos III ubicada en la Avenida Blas Infante y ante el relieve del monarca que se colocó hace unos años en la fachada del Ayuntamiento, dos obras suyas que realizó más o menos en la misma fecha de los simposium y que le trajeron muy buenos recuerdos porque pertenecen a la primera época de su trayectoria profesional.
José Manuel Belmonte Cortés estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Córdoba, y posteriormente una beca le abrió las puertas al arte italiano, trabajando después en Singapur y Bélgica. Sus obras se exhiben en espacios públicos y museos de Grecia, Bélgica, Barcelona, Singapur y un largo etcétera. Pertenece al colectivo Córdoba Contemporánea, que lo componen creadores de diversas tendencias estéticas que pretenden divulgar sus obras y «defender un arte independiente y honesto», al tiempo que apuestan por la diversidad creadora, «más allá de los parámetros que marcan los organismos oficiales».