El Solemne Triduo empezó el miércoles y jueves con la exposición del Santísimo y una Santa Misa a las 20.30 h. El viernes, después de la misa, tuvo lugar la vigilia del Corpus organizada por ANE. Y ayer domingo llegó el día grande, para el que ya estaban engalanadas las calles del recorrido con pancartas y colgaduras en los balcones. Una alfombra de romero marcaba el itinerario, donde se levantaron los típicos altares a cargo de las hermandades de Fuente Palmera o de vecinos particulares.
Pero antes se celebró la solemne misa en la Parroquia de la Purísima Concepción oficiada por los dos párrocos in solidum de La Colonia, Carlos Sanz y Daniel Angulo. Unos setenta niños y niñas de los 114 que recientemente han recibido la Primera Comunión participaron en la jornada, ubicados en las bancadas centrales de la iglesia. Cabe destacar que a lo largo de la misa se instituyeron cuatro vecin@s de Fuente Palmera como ministros extraordinarios de la comunión, por decreto del obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, tras la solicitud de los párrocos colonos, que han tenido a bien premiar la constante colaboración de dichos vecin@s.
Después de una hora y media de misa, el cortejo inició el recorrido casi a las 12.30 h. encabezado por los representantes de las hermandades de La Colonia, que portaban los estandartes de las mismas. Le seguían los niños y niñas de comunión y la custodia con el Señor bajo palio portada por Carlos Sanz. Cerraba la Banda de Cornetas y Tambores de Ntro. Padre Jesús Nazareno de Fuente Palmera.
Pronto el calor empezó a hacer mella en los pequeños, que deshacían la fila para pedir agua a sus familiares o para buscar la sombra. De hecho, algunas familias decidieron abandonar la procesión por el sofocante calor que afectaba a sus hijos y pocos más de la mitad completaron el desfile hasta la iglesia. Incluso en un tramo del recorrido, el paso del niño Jesús fue portado por madres y padres. Mientras tanto, Jesús Sacramentado iba parando en cada uno de los altares, donde se reza una estación y se da la bendición.
Para las 13.30 horas ya estaba el Santísimo en su templo, pasando por la capilla del Santo Sepulcro antes de volver al Sagrario. Carlos Sanz terminó dando las gracias a todas las personas que hacen posible la festividad del Corpus Christi, desde el grupo de adoración nocturna, hermandades, catequistas, hermanas salesianas de Écija, monaguillos, niñ@s de comunión y, en definitiva, todos las personas participantes de la parroquia que se vuelcan en esta cita. «Fuente Palmera adora al Señor», fueron las últimas palabras de Sanz.
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