El Ayuntamiento de Fuente Palmera a través de su Delegación de Igualdad organizaba la tradicional concentración a las 12 del mediodía, a la que han asistido vecinos y vecinas, entre estas muchas componentes de asociaciones de mujeres, y trabajadores y trabajadoras municipales.
A nivel institucional lo han hecho la concejala de Igualdad, Laura Sánchez; la de Hacienda, Sonia Rovira; la de Bienestar Social, Marta Montenegro; el concejal de Cultura, Quique González, que han leído el manifiesto; la concejala de Desarrollo, Inés Mengual, y el concejal socialista, Mariano Hens.
En primer lugar se ha lamentado que son ya 43 las mujeres asesinadas por violencia machista en lo que va de año en España, 11 en Andalucía, además de 14 menores de edad. Desde que se empezaron a recopilar datos, en 2003, las víctimas mortales ascienden a 1.285.
«Todos los esfuerzos desde las instituciones, administraciones y el conjunto de la sociedad son pocos para evitar más muertes».»No podemos ni debemos normalizar lo que está ocurriendo, debemos decir ¡Basta ya!».
Se ha reivindicado la educación como base para cambiar actitudes, «y no podemos bajar la guardia porque hay un aumento considerable de violencias machistas entre nuestros jóvenes, debido a la información errónea y al mal uso de las nuevas tecnologías, con un acceso a la pornografía que transmite mensajes de relaciones que no son reales», afirmaban.
Después de guardar un minuto de silencio se ha iniciado una marcha hasta el Centro de Salud Dr. Bernabé Galán, donde personal sanitario ha dado lectura del manifiesto elaborado por la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía y se ha realizado una suelta de globos.
En este se ha puesto énfasis en que los y las profesionales del sistema sanitario público andaluz son parte implicada en la tarea de concienciación y sensibilización ante este lacra.
Además, se comprometen a través de un protocolo a que no solo se han de atender las necesidades físicas de las víctimas, sino que también han de favorecer su recuperación emocional y psicológica, ofreciendo una atención integral para su plena rehabilitación.
«La vergüenza no puede seguir estando de lado de quienes sufren la violencia, pues la responsabilidad es exclusivamente de los que agraden, acosan y humillan, y de quienes miran hacia otro lado, perpetuando el pacto de silencio que ampara estas conductas», han concluido.